Esta semana nuestros pequeños científicos se han puesto otra vez en marcha para poder investigar sobre diferentes conceptos relacionados con las ciencias. ¿Y en que habrán trabajado? Pues nos ha tocado los conceptos masa y volumen, que al principio pensábamos que era lo mismo, pero nos hemos dado cuenta que no.

El primer experimento realizado se llama: “Flotar o no flotar, esa es la cuestión” en el cual hemos analizado la diferencia entre masa y volumen. Lo primero que hemos hecho ha sido preparar el material necesario; os dejamos la lista de material por si queréis hacerlo en vuestra casa.

- Tres cubiletes de plástico del mismo tamaño que se puedan cerrar de forma hermética

- Unas monedas

- Una goma de borrar

- Agua

- Un recipiente transparente

A continuación hemos observado que los cubiletes tienen el mismo tamaño, que las monedas ocupan menos espacio que la goma de borrar, pero, si metemos todo en los cubiletes ocupan lo mismo. También hemos hablado sobre diferentes hipótesis que pasarían cuando pongamos los cubiletes en el agua. Pensamos que el volumen del agua subirá, que algunos cubiletes flotarán, otros no…

¿Y queréis saber qué pasó? Pues efectivamente estábamos en lo cierto. El volumen del agua aumentó, el cubilete que llevaba las monedas se hundió porque pesaba más y el cubilete de la goma de borrar y el vacío se quedaron flotando pues su masa era menor.

Por lo tanto hemos llegado a la conclusión que la masa y el volumen son diferentes, no siempre tienen relación. Un elemento puede ocupar mucho volumen y pesar poco (poca masa) como la paja o al revés, ocupar muy poco espacio pero tener mayor masa.

El segundo experimento que hicimos se llama “Tensión superficial”, en el cual vimos la reacción que tenían diferentes elementos en el momento de juntarlos. El material necesario fue:

- Platos de plástico

- Agua

- Pimienta

- Polvo de talco

- Lavavajillas

En un plato de plástico pusimos agua suficiente como para llenarlo hasta la mitad de su capacidad. Sobre el agua espolvoreamos una pequeña cantidad de pimienta molida de manera que cubrió prácticamente toda la superficie. A continuación introducimos la punta de un palillo con lavavajillas en el centro del plato y observamos que pasó. Pues la pimienta se separaba alejándose del lavavajillas. Después repetimos la misma operación, pero en vez de poner pimienta pusimos polvo de talco. Al mojar el lavavajillas con la mezcla nos quedamos sorprendidos, pues el talco se separaba como si se tratara de hielo roto, se separó de forma fragmentada. Nos gustó mucho esta reacción.

Os animamos a que experimentéis en casa nuestras ideas y podáis ponernos en comentarios que os han parecido, si ha sucedido lo mismo, que variantes se os ocurren… esperamos vuestras respuestas.

Autora: María José Marroquí, profesora del Colegio.